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Para aquellos que comienzan en la producción de video, o incluso si eres un profesional experimentado, no tiene nada de malo encender tu cámara y pasar todos los ajustes a automático completamente para una sesión. Estoy hablando de pasar a automático más que todo el enfoque, pero si gustas también a la obturación, la apertura y el ISO.

Antes que nada, debes probar qué tan bueno es el modo automático de tu cámara. Al menos en las cámaras más recientes hemos visto saltos gigantescos en este tema, especialmente en las cámaras Sony. Pero en cámara más antiguas el tema de exposición de luz siempre ha sido bueno, pero en el enfoque del lente es un dolor de cabeza.

En fín, aquí hay tres situaciones en las que el enfoque automático puede ser mejor que el enfoque manual.

1. Cuando A ti TE TOCA HACERLO TODO

Sales a una producción y tú eres el Productor, director, camarógrafo, sonido, iluminación y hasta te tocará editar después. “El mil usos”. El ejército de un solo hombre o mujer.

Si te encuentras en esta situación, uno de los primeros trucos que hay que aprender, es eliminar la cantidad de trabajo que tendrás que hacer manualmente. Acá el uso del enfoque automático es tu amigo. Ya que no tienes amigos que te ayuden a salir a grabar o no hay presupuesto para pagar asistentes. Lo mejor será poner la cámara en automático y concentrarte mejor en la dirección, los encuadres, si llevas sonido y en general que no eches a perder el trabajo.

2. Cuando A ti TE TOCA HACERLO TODO

El cine documental es otro gran ejemplo de una situación en la que el enfoque automático puede ser mucho mejor que el manual. ¿Porqué? Porque cuando se trabaja con material documental, tu no controlas las cosas, tu estas ahí para capturar todo lo que está pasando y a veces eso que está pasando se mueve mucho o a ti te toca moverte mucho y pasar de zonas oscuras a claras o enfocarte en sujetos cercanos o lejanos de forma rápida. Eso es difícil hacerlo en manual.  

En estos escenarios por querer hacer las cosas en manual te van a quedar momentos clave desenfocados, sobreexpuestos o subexpuestos. Entonces, si la cosa se pone salvaje, lo mejor es ponerte en automático. 

Ahora, este punto también aplica a algunos videos corporativos, institucionales o de coberturas. Digo “algunos” porque, así como hay situaciones donde tienes tiempo, personal o apoyo para grabar entrevistas o escenas planificadas con una luz perfecta y un enfoque tipo cine… así hay ocasiones donde se trata de grabar “ahora o nunca”, no dicen. Si tu entrevistado es de los que mucho se mueve al hablar, pasate a automático. Y si se trata de entrar a grabar una situación o algún movimiento que solo va a pasar una vez, lo mejor es irse en automático también.

 3. A LA HORA DE VLOGEAR O MODO SELFIE

Si usas tu DSLR o Mirrorless para grabarte a ti mismo, el enfoque automático con seguimiento de rostro, de ser posible, puede ser muy útil.Si eres YouTuber, haces TikTok, vlogeas o creas contenido con cámara semi profesional o profesional, pásate a automático y concéntrate más en lo que estás diciendo o en lo que andas haciendo para tus seguidores en la calle o donde andes con esa cámara.

En fin, cada proyecto va a ser diferente. Y aunque sin duda habrá sesiones donde tenga más sentido grabar todo en manual, así habrá otras, como estas tres que mencioné, donde resultará mejor usar el autoenfoque o todo lo demás en automático.

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